Las cuestiones presupuestas constituyen uno de los temas centrales de la salida del Reino Unido de la Unión Europea, junto con los derechos de los nacionales y la frontera entre las dos Irlandas. De ahí el interés del Reglamento 2019/1997 del Consejo, de 9 de julio de 2019, sobre medidas relativas a la ejecución de la financiación del presupuesto general de la Unión en 2019 en relación con la retirada del Reino Unido de la Unión. Esencialmente permite al Reino Unido y a personas e instituciones establecidas en él recibir fondos de la Unión Europea, a condición de que este Estado acepte y contribuya a los presupuestos comunitarios de 2019.
El derecho a recibir fondos europeos deriva normalmente de la participación en acciones o programas de la UE y depende de la condición de Estado miembro. De ahí que el Reglamento se refiera a compromisos jurídicos firmados o adoptados antes del 29 de marzo de 2017. El considerando 6.º explica que el bréxit “…lleva consigo la pérdida por parte de dichos beneficiarios de la capacidad de acogerse a financiación de la Unión en el marco de los acuerdos y decisiones mencionados”. Ahora bien, los arts. 3 y 4 del Reglamento extienden la posibilidad de seguir beneficiándose de los fondos europeos al año 2019.
No se configura como un beneficio gratuito, sino que está sujeta a tres condiciones. La primera es que el Reino Unido confirme por escrito su compromiso de seguir contribuyendo a las arcas comunitarias conforme a los criterios previstos en los presupuestos de 2019. La segunda es que haya hecho efectivo el primer pago de la contribución acordada. Y la tercera es que permita los controles y auditorías necesarios para comprobar que cumple con sus obligaciones. La Comisión europea comprobará que se cumplen esas exigencias y deberá emitir una Decisión con ese objeto. Además, el Reglamento le otorga poderes para adoptar los actos delegados necesarios con un procedimiento de urgencia (arts. 7 y 8).
El Reglamento entró en vigor al día siguiente de su publicación del DOUE; o sea, el 16 de julio de 2019. Pero se aplicará el día siguiente a la fecha en que los Tratados de la UE dejen de ser aplicables al Reino Unido. Eso sí, un acuerdo entre este país y la Unión dejaría sin efecto la norma comentada.
Carlos Górriz